Pigmentos de algunas tintas de tatuar, circulan por tejidos.
Estudio muestra la importancia de determinar la composición de las tintas, más allá del tema de Higiene.
Coincidiendo con la iniciativa del Concejo de Cartagena, de realizar seguimiento cercano a los centros de tatuado por las malas condiciones sanitarias que se han denunciado, traemos el presente artículo, para tener en cuenta otra arista del problema.
Un estudio publicado recientemente en el periódico “Scientific reports” anuncia que los elementos que componen las tintas usadas en los tatuajes, pueden viajar por el cuerpo en forma de micro y nano partículas, llegando a los nódulos linfáticos.
Científicos de la Agencia de radiación Europea (ESRF) han logrado obtener evidencias del transporte de varios pigmentos orgánicos e inorgánicos e impurezas tóxicas en tejidos tatuados, mediante el uso del llamado “Luz síncroton”, con el cual se puede “ver” a través de los más variados tipos de materiales (incluso tejidos) y revelar la estructura de los pigmentos en estudio.
Por lo general, las personas que ingresan a los centros de tatuado son muy cuidadosas a la hora de exigir una buena higiene en los utensilios, y se aseguran de que las agujas sean desechables y nuevas; pero muy pocas personas se preocupan por indagar con los tatuadores o con las entidades de salud, cual es la composición de las tintas.
La verdad es que se conoce muy poco sobre las potenciales impurezas que pueden hallarse en las tintas, e incluso sobre la composición química de los pigmentos. No se conoce sobre posibles reacciones químicas o cambios físicos que podrían ocurrir al hacer mezclas de colores para los tatuajes.
Precisamente, la mayoría de tintas contienen, además de los pigmentos orgánicos, preservantes y metales que producen soluciones coloreadas, como Cobalto, Manganeso, Niquel y Cromo. Además de carbón, el segundo ingrediente más usado en las tintas de tatuado, es el dióxido de Titanio; un pigmento blanco muy usado como aditivo de alimentos (dulces, sobretodo); en protectores solares, y en este caso, para generar tonalidades grisáceos de varios colores.
Cuando la persona que se hace el tatuaje presenta hinchazón, cicatrización demorada, prurito u otras manifestaciones de alergia o incompatibilidad, en lugar de establecer la relación de estas externalidades con el uso de pigmentos negros de tatuado, achaca estas apariciones a debilidades personales temporales, resultando con fiebres y otras dolencias. Con ello, el problema de salud continua, y nadie se da por enterado.
El estudio de la ESRF muestra con claras evidencias que los nódulos linfáticos quedan marcados con los colores de las tintas usadas en el tatuaje; parece ser, como respuesta del cuerpo ante la impureza que le afecta localmente. Lo que no se conocía, hasta el uso del sincroton, es que esos pigmentos viajan como nanopartículas; lo que implica que tal vez no tienen el mismo comportamiento de las micropartículas. Es decir; no se conoce con exactitud, cómo actúan en el organismo, los elementos o pigmentos de las tintas.
Mediciones con fluorescencia en rayos X hechas por la ESRF en tejidos de pacientes tatuados, facilitaron la detección de TiO2 nanométrico y micrométrico, en piel y sistema linfático. Se observó amplia variedad en los tamaños de las partículas; algunas hasta con micrómetros de diámetro en piel; en tanto que las partículas nanométricas se encontraron fijadas a los nódulos linfáticos.
Según los investigadores, esta situación puede llevar a irritación crónica del nódulo y sobre todo, mantener al organismo en exposición de estos agentes, para toda la vida. De igual forma, se investigó las posibles alteraciones biomoleculares que pueden provocar estos elementos en los tejidos. Con ello, se reafirma la restricción para que personas tatuadas donen órganos o sangre a personas no expuestas a los elementos ingredientes de las tintas.
Por el momento, los Investigadores de la ESRF enfatizan las fuertes evidencias tanto de migración, como de acumulación por largo plazo en piel y tejido linfático, de elementos tóxicos presentes en las tintas de tatuar.
Coincidiendo con la iniciativa del Concejo de Cartagena, de realizar seguimiento cercano a los centros de tatuado por las malas condiciones sanitarias que se han denunciado, traemos el presente artículo, para tener en cuenta otra arista del problema.
Un estudio publicado recientemente en el periódico “Scientific reports” anuncia que los elementos que componen las tintas usadas en los tatuajes, pueden viajar por el cuerpo en forma de micro y nano partículas, llegando a los nódulos linfáticos.
Científicos de la Agencia de radiación Europea (ESRF) han logrado obtener evidencias del transporte de varios pigmentos orgánicos e inorgánicos e impurezas tóxicas en tejidos tatuados, mediante el uso del llamado “Luz síncroton”, con el cual se puede “ver” a través de los más variados tipos de materiales (incluso tejidos) y revelar la estructura de los pigmentos en estudio.
Por lo general, las personas que ingresan a los centros de tatuado son muy cuidadosas a la hora de exigir una buena higiene en los utensilios, y se aseguran de que las agujas sean desechables y nuevas; pero muy pocas personas se preocupan por indagar con los tatuadores o con las entidades de salud, cual es la composición de las tintas.
La verdad es que se conoce muy poco sobre las potenciales impurezas que pueden hallarse en las tintas, e incluso sobre la composición química de los pigmentos. No se conoce sobre posibles reacciones químicas o cambios físicos que podrían ocurrir al hacer mezclas de colores para los tatuajes.
Precisamente, la mayoría de tintas contienen, además de los pigmentos orgánicos, preservantes y metales que producen soluciones coloreadas, como Cobalto, Manganeso, Niquel y Cromo. Además de carbón, el segundo ingrediente más usado en las tintas de tatuado, es el dióxido de Titanio; un pigmento blanco muy usado como aditivo de alimentos (dulces, sobretodo); en protectores solares, y en este caso, para generar tonalidades grisáceos de varios colores.
Cuando la persona que se hace el tatuaje presenta hinchazón, cicatrización demorada, prurito u otras manifestaciones de alergia o incompatibilidad, en lugar de establecer la relación de estas externalidades con el uso de pigmentos negros de tatuado, achaca estas apariciones a debilidades personales temporales, resultando con fiebres y otras dolencias. Con ello, el problema de salud continua, y nadie se da por enterado.
El estudio de la ESRF muestra con claras evidencias que los nódulos linfáticos quedan marcados con los colores de las tintas usadas en el tatuaje; parece ser, como respuesta del cuerpo ante la impureza que le afecta localmente. Lo que no se conocía, hasta el uso del sincroton, es que esos pigmentos viajan como nanopartículas; lo que implica que tal vez no tienen el mismo comportamiento de las micropartículas. Es decir; no se conoce con exactitud, cómo actúan en el organismo, los elementos o pigmentos de las tintas.
Mediciones con fluorescencia en rayos X hechas por la ESRF en tejidos de pacientes tatuados, facilitaron la detección de TiO2 nanométrico y micrométrico, en piel y sistema linfático. Se observó amplia variedad en los tamaños de las partículas; algunas hasta con micrómetros de diámetro en piel; en tanto que las partículas nanométricas se encontraron fijadas a los nódulos linfáticos.
Según los investigadores, esta situación puede llevar a irritación crónica del nódulo y sobre todo, mantener al organismo en exposición de estos agentes, para toda la vida. De igual forma, se investigó las posibles alteraciones biomoleculares que pueden provocar estos elementos en los tejidos. Con ello, se reafirma la restricción para que personas tatuadas donen órganos o sangre a personas no expuestas a los elementos ingredientes de las tintas.
Por el momento, los Investigadores de la ESRF enfatizan las fuertes evidencias tanto de migración, como de acumulación por largo plazo en piel y tejido linfático, de elementos tóxicos presentes en las tintas de tatuar.
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