SOBRE EL AZAR EN LA EVOLUCIÓN
Es ingrato hablar o escribir sobre el azar; un asunto tan ligado a la evolución, precisamente porque con casi toda seguridad, 19 de cada 20 interlocutores, no acepta la evolución, entre otras razones, por su presunto fundamento en el azar.
En efecto; si en Colombia disfrutamos de un 95% de creyentes, hoy mayoritariamente evangélicos, es normal que los “pastores” sean los que en general, expliquen “detalles de los fallos” de la Evolución. Eso hace que 40 millones de colombianos “conozcan” la evolución, como una teoría; y ni siquiera como una buena teoría, si no una mala; una teoría traída de los cabellos.
Para colmo, los tres millones restantes, asumimos la evolución y sus fundamentos, por inercia, en muchos casos, sin tener los soportes adecuados.
Pues bien, con mucha frecuencia, los evolucionistas nos callamos cuando los culebreros de la fe exponen argumentos “basados” en las matemáticas o en otras ciencias, con tanta “labia” que pareciera tener razón. Uno de esos argumentos, el más empleado, es el azar como resultado improbable. Otros dan al azar, el sinónimo de imposible.
El astrofísico británico Fred Hoyle (1915-2001), conocido principalmente por su contribución a la ciencia con su descubrimiento de la NUCLEOSÍNTESIS ESTELAR y por haber acuñado jocosamente el término “BIG-BANG”, comparó la posibilidad de que la vida haya aparecido en la Tierra como resultado de reacciones químicas, con el equivalente de que un tornado que pase sobre un cementerio de autos, logre construir un Boeing 747 nuevo, a partir de los materiales recopilados allí. De ese tamaño es la crítica de un científico -uno que cada día come hostias- al azar en la evolución.
Esta sentencia estremece, cuando sabemos que el 80% de los científicos actuales, come hostias, o guarda el sábado, o diezma. La proporción de científicos independientes tiende a decrecer, porque cada día, más creyentes se atreven a formarse en ciencias exactas; y por otro lado aumenta la penosa compra de opiniones.
Algunos significados de «Azar» son los siguientes:
. m. Casualidad, caso fortuito. Desgracia imprevista. (RAE)
Otros diccionarios proponen que el azar es:
1. Todo aquello que no sigue patrones que podamos reconocer.
2. Causa o fuerza que determina que los hechos y circunstancias imprevisibles o no intencionados, se desarrollen de una manera o de otra.
3. Gama amplia de posibilidades u opciones.
El lector puede buscar otras definiciones; pero cualquiera que encuentre, y que sea aplicable a un evento; no intuye que dicho evento es imposible. A lo sumo, indicará que el evento no sigue un patrón, o algo similar. Por ello, no debemos confundir el azar, con la estadística del azar. Esta última, estudia la parte vacía del vaso medio lleno; trata sobre las condiciones que convierten lo difícil, en imposible. Veamos ejemplos concretos de “azar”:
Estamos frente a un árbol, de cuyas ramas penden débilmente casi todas sus hojas, secas. Aunque se haya visto de forma recurrente que al menos dos hojas caen cada cinco minutos, y aunque conozcamos que ese tipo de árboles queda sin hojas según la temporada, conjeturar cual hoja caerá primero que las demás, es azar; pues es casi infinitesimal la probabilidad para una hoja elegida. Predecir que alguna hoja caerá dentro de los siguientes tres minutos, empieza con una probabilidad del 50%; y cuando pasen los tres minutos, la probabilidad habrá cambiado a 0%, o 100% (en ese momento es historia; falsa, o verdadera).
Podemos conjeturar cuantas hojas caerán en los próximos tres minutos, y el resultado puede ser exactamente 0, o 21, u otro. (El resultado solo se conocerá, cuando pasen los tres minutos). La conjetura estadística se convierte en historia, cuando transcurre el tiempo esperado. O sea, es muy importante establecer las condiciones para medir la probabilidad de un resultado. De manera que argumentar que es 0% probable que de átomos individuales se genere una célula sin intervención externa (inteligente o no); puede ser, en estadística pura, o en estadística del azar, 100% cierto; pero en el específico caso de la Tierra; no es cierto.
Por lo general, cuando queremos agregar improbabilidad a la complejización de la sustancia en la Tierra, mentalmente imaginamos unas condiciones imposibles y permanentes. En el más realista de nuestros escenarios mentales, para imaginarnos la Tierra primitiva, (si el temor a pecar lo permite) suprimimos todas las aguas, los seres vivos, la atmósfera y lógicamente la sustancia orgánica; inclusive suprimimos el tiempo y el azar. Si nos percatamos que el tiempo y el azar favorecen cambios en el aspecto de la Tierra primitiva, los eliminamos. Lo imposible en un minuto, debe ser permanentemente imposible.
Por eso, con más razón suprimimos mentalmente aquel calor sofocante que producían los volcanes, la radiación solar plena, la radiactividad, y por ser más sutiles; nos olvidamos del cambio periódico día-noche; nos olvidamos de la gravedad, nos olvidamos de la termodinámica, de la densidad y otras propiedades de la sustancia, nos olvidamos de la química, de la física. Nos olvidamos de la naturaleza. No aceptamos que es la naturaleza la que evoluciona; no solo los animales.
Siempre he envidiado (en el buen sentido) a los pastores o predicadores y otros culebreros, los artistas de la palabra que venden “lo que sea”, aún a sabiendas que su producto es un fraude. Envidio su florida locuacidad. Por ello, me fascina escuchar al pastor Armando Alducín. Me abruma su inteligencia; pero me duele que una mente tan brillante, capaz de memorizar tantas frases difíciles de comprender por su complicada trama; no sea dedicada a la ciencia, quizás porque ésta trata de cosas muy sencillas. He escuchado y leído expresiones de Alducín, que mi sencilla mente no es capaz de asimilar, como: Dios creó la física cuántica cuando dijo: “Hágase la Luz”. Otra más profunda y complicada: “Si cada reloj que existe tiene su diseñador, y el universo existe; luego debe tener su diseñador personal, omnipotente y omnisapiente. Le llamamos Dios”.
Cuando habla de su “evolución”, las expresiones no son menos contundentes. Dice, por ejemplo: “la evolución que defienden los científicos es falsa e imposible, porque el ADN requiere de las proteínas que lo construyen, y esas proteínas requieren del ADN que las construye a ellas. Sólo dios pudo hacer simultáneamente el ADN y las proteínas, nunca el azar hubiera hecho tal cosa”. Otra famosa frase: “La evolución no se necesita, porque dios creó al hombre del polvo de la tierra, y a la mujer, del costado del hombre”. Dice también, con total seguridad: “Para mayor precisión, la biblia dice que el hombre fue creado primero, y hoy la propia ciencia ha descubierto que debía ser así; porque sus cromosomas son XY, de manera que en esos cromosomas está contenido el de la mujer, el X; el cual simplemente se repite para dar XX. Si dios hubiese creado primero a la mujer, con cromosomas XX; de ella no hubiera podido sacar el cromosoma Y del hombre”. Sin demeritar del todo a los biólogos y genetistas, este raciocinio es demasiado difícil para ellos. Nada que hacer. Definitivamente nos quedamos con razonamientos más sencillos; esos que pueden ser refutados con otros, basados en la evidencia razonada.
Y mi razonamiento, que quiero hacerlo lo más sencillo posible, parte recordando:
1. que la química es universal. Es decir, los resultados como el de Stanley Miller ocurren de manera natural, fuera del laboratorio, dadas las condiciones remplazadas en el experimento citado. (Para quien no lo recuerde, el experimento de Stanley Miller y Harold C. Urey consistió en asimilar las condiciones primitivas de la atmósfera terrestre, en un equipo hermético de laboratorio –Con calor y Chispas eléctricas que simulan rayos- sobre una mezcla de sustancias básicas como agua y amoniaco líquidos, rodeados de hidrógeno, monóxido y dióxido de carbono y metano gaseosos hasta obtener, en pocos días, sustancias orgánicas tipo aminoácidos.)
Y 2. Que los factores que llamo “sutiles”, como el cambio día-noche, la gravedad, los cambios de temperatura, los cambios de estado y de concentración por evaporación, las propiedades absorbentes, adsorbentes, adherentes y magnéticas de los sólidos, entre otros, deben ser tenidos en cuenta al modelar la formación de una sustancia.
En esos términos, podemos afirmar que los procesos mostrados en las tablas halladas en textos de físico-química que plasman resultados experimentales para las energías libres de formación de los compuestos, tales como los siguientes:
No requieren de un laboratorio para que se formen. Solo requieren de cierta energía, por lo general en forma de calor (T); y de las condiciones, en especial los cambios en la entalpía (H) y en la entropía (S) del sistema en el cual ocurre el proceso. De hecho, los valores de que aparecen negativos, señalan que simplemente “el proceso ocurrirá”. A estos procesos se les llama ESPONTÁNEOS desde la Termodinámica.
El hecho es que la relación
no indica en qué momento acontecerá lo espontáneo, y mucho menos lo que no lo es.
Hay muchas maneras de agilizar los procesos espontáneos lentos. Por ejemplo; la formación de agua a partir de moléculas de Oxígeno y moléculas de Hidrógeno, es espontáneo, <ocurre sola>; pero si queremos observar la formación en mayor escala, debemos ayudar, exponiendo las moléculas a una chispa o pequeña llama, calor, o presión; con lo cual el resultado será instantáneo y abundante, con una probabilidad de 100%. La cantidad de agua producida, dependerá de otras condiciones lógicas, como la cantidad y concentración de las moléculas de H2 y O2. Lo que acabo de afirmar sobre la formación de agua, es veraz. Cualquier persona puede probarlo. En la conversión del H2 y O2 en agua mediante una llama, la probabilidad de 100% no es cero azar. En este caso, el azar no aplica. Sin embargo, al aplicar la estadística del azar sin incorporar los factores catalizadores, llegamos al “imposible”.
En efecto. Si imaginamos un mundo sin agua, y calculamos la probabilidad de producir 17 toneladas de agua líquida, sin establecer condiciones, sin analizar el proceso desde la físico-química, encontramos que el tiempo de existencia del universo es insuficiente. Será que en el mundo primitivo no había las condiciones para agilizar la obtención de agua?,… será que no había calor suficiente?, no había interacción molecular? Será que en ese tiempo no se cumplía
El experimento de Stanley Miller muestra que el proceso para producir glicina, (por ejemplo) que es espontáneo en todas sus fases, requiere de importantes cantidades de energía libre para agilizar esas fases espontáneas. En comparación con la Tierra primitiva, las pocas semanas que invirtieron Stanley y Urey; es muy poco tiempo, y las condiciones climáticas modeladas para la Tierra primitiva, superaban los requerimientos de energía libre. Repasemos las reacciones y sus características:
Con las energías actuantes en la Tierra primitiva, todas esas reacciones eran casi inmediatas y abundantes. Por ello, me atrevo a sentenciar que si en lugar de haber experimentado con NH3, H2O, CH4, CO e H2; Miller y Urey hubiesen partido de H2, N2, óxidos (metálicos y no metálicos) y C, hubieran obtenido similares productos al final de pocas semanas. Solo se requiere que los procesos químicos previos a la obtención de glicina (formación de amoniaco, de agua, de CO2 y de metano <todos espontáneos>, pues hidrógeno había de sobra; y luego, la formación de ácido acético <CH3COOH>, que también es espontáneo) sean concatenados como de hecho lo son, de la mano con los factores sutiles, como la gravedad, los cambios de temperatura (incluido el cambio día-noche), los cambios de estado y de concentración por evaporación o densidad, las propiedades absorbentes, adsorbentes, adherentes y magnéticas de los sólidos, entre otros. Precisamente; es más “natural” obtener CH3COONH4 (Acetato de amonio), que NH2CH2COOH (Glicina) a partir de CH3COOH + NH3. O sea, entre las sustancias obtenidas por Miller y Urey, había más Acetato de amonio, que glicina; lo cual precisamente confirma la dinámica química.
Curiosamente, si aplicamos la estadística también al experimento de Miller-Urey sin tener en cuenta la termodinámica y los factores sutiles, la probabilidad de obtener en un año, glicina a partir de NH3, H2O, CH4 e H2; sería absolutamente cero. Según la estadística del azar, tendría la misma probabilidad de que un camello entre por el ojo de una aguja.
Serán confiables las estadísticas del azar usadas para contradecir la evolución? Lo evidenciable, es que la probabilidad de que una persona pueda ser testigo de los cambios desde la materia inanimada hasta la vida, como lo insinúa Hoyle, es 0,00000000000…; pero cuando intervienen los factores sutiles, la disponibilidad de la sustancia, y la energía aprovechable; el tiempo puede hacer vida. Recordemos que la ley
establece que aún cuando el proceso reduzca localmente la entropía, puede suceder. Así mismo, debemos recordar que el azar precisamente actúa a favor de que las reacciones espontáneas se mantengan en equilibrio químico, y que las no espontáneas o no esperadas, sucedan.
Partiendo del hecho que aún los contradictores de la evolución aceptan (porque es verificable en cualquier momento) que es cierta la nucleosíntesis (producción de elementos químicos masivos en las estrellas), evaluemos las siguientes proposiciones:
Probabilidad de que al menos un planeta recién formado reciba de su estrella, de masa igual o mayor que la del sol, energía mínima de 2 calorías/-min-cm2? 100%
Probabilidad de que independientemente de otros elementos químicos, el Oxígeno, Hidrógeno, Nitrógeno, Azufre y Carbono se encuentren presentes en un planeta recién formado con residuos de la nube de gases de la que se formó su estrella? 100%
Probabilidad de que en un planeta joven ubicado en la zona media de su sistema estelar, el agua (H2O), el metano (CH4), el amoniaco (NH3), el ácido sulfhídrico (H2S) y el gas carbónico (CO2), entre otros, se formen en un año en presencia de descargas eléctricas y energía (radiactiva, calórica, vulcanológica) en el medio, ante factores adicionales como la gravedad, los cambios de temperatura (incluido el cambio día-noche), los cambios de estado y de concentración por evaporación o densidad, las propiedades absorbentes, adsorbentes, adherentes y magnéticas de los sólidos, entre otros? 100%
Probabilidad de que hidrocarburos alifáticos (R-R) se formen en un planeta joven, del CH4 presente en el aire en un año en presencia de descargas eléctricas y energía en el medio, de unas 2 cal-cm2-min y ante los factores adicionales mencionados? 100%
Probabilidad de que un ácido orgánico (R-COOH); o un alcohol (R-OH), una amina (R-NH2) y otros compuestos orgánicos sencillos, se formen de un hidrocarburo existente, NH3, H2O y CO2 en un año en presencia de descargas eléctricas y energía en el medio, de unas 2 cal-cm2-min y ante los factores adicionales mencionados? 100%
Probabilidad de que un amino-ácido (NH2-R-COOH) se forme de un hidrocarburo existente, NH3, H2O y CO2 o de un aminoácido existente, en un año, en presencia de descargas eléctricas y energía en el medio, de unas 2 cal-cm2-min y ante los factores adicionales mencionados? 100%
Probabilidad de que un glúcido (CnH2nOn), se forme de H2O y CO2 en un siglo en presencia de descargas eléctricas y energía en el medio, de unas 2 cal-cm2-min y ante los factores adicionales mencionados? 100%
Probabilidad de que un anillo mixto C-N o un doble anillo mixto C-N se formen de una cadena mixta C-N existente, mas NH3, H2O y CO2 en un siglo en presencia de descargas eléctricas y energía en el medio, de unas 2 cal-cm2-min y ante los factores adicionales mencionados? 100%
Probabilidad de que un anillo mixto C-O o un doble anillo mixto C-O se formen de una cadena mixta C-O existente, mas NH3, H2O y CO2 en un siglo en presencia de descargas eléctricas y energía en el medio, de unas 2 cal-cm2-min y ante los factores adicionales mencionados? 100%
Probabilidad de que una base nitrogenada (P-X <donde P es un anillo mixto pirimidínico o purínico y X es NH2-1 u O-2 >) se forme de una cadena o anillo mixto C-N existente, mas NH3, H2O y CO2 en un siglo en presencia de descargas eléctricas y energía en el medio, de unas 2 cal-cm2-min y ante los factores adicionales mencionados? 100%
En fin. Podemos continuar con muchas otras sustancias cuya obtención en las condiciones ambientales de la formación-estabilización de la tierra; son inobjetables por la probabilidad absoluta de su formación en esas condiciones. Es más, en la medida que las condiciones de termodinámica en la superficie terrestre bajaban (Temperatura, presión, radiación, etc.); las sustancias orgánicas más complejas tenían mayores probabilidades de mantenerse estables, y encontrarse con otras en las zonas bajas de la topografía. De hecho, la formación de compuestos orgánicos tipo polipéptidos, nucleótidos, fosfolípidos, y otros, requieren cierta estabilidad del medio, para establecer cadenas o redes significativamente largas, como las películas de grasa al caer sobre agua.
Cuando se llega a estos niveles de organización de la sustancia, es ciertamente poca la influencia del azar en la subsiguiente complejización. Solo se requiere de tiempo, de energía y de los factores sutiles adicionales, para que la química orgánica haga lo suyo, coadyuvada por la geoquímica, la fisicoquímica, la electroquímica y otras “químicas” en su camino hacia la biología. En este punto debo recordar que la estructura química constituye un tipo de energía, pues a pesar de ser una isla de entropía negativa, se requiere gastar energía, para deshacer la estructura. Un cocotero produce el ácido graso llamado ácido palmítico empleando H2O, CO2 y energía solar; pero la energía solar no es suficiente, en las condiciones que llega a la superficie de la Tierra, para descomponer el ácido palmítico.
Por otra parte, es imposible que la vida haya aparecido en la Tierra, con la complejidad que hoy tiene. Los seres vivos más primitivos que se conocen, no tienen un ARN que pueda compararse con el actual ADN de las formas más simples.
Si nos detenemos a analizar qué es la vida, concluimos que es la interconexión dinámica que permite mantener en funcionamiento armónico, mediante energía eléctrica, un grupo discreto de elementos (organelos) formados por macro-moléculas, en un medio acuoso confinado, pero semipermeable al medio externo. Por eso, aún hoy existe la discrepancia respecto de qué ser podría empezar a llamarse vivo, entre los Virus, las rickettsias, o las células procariotas.
Una vez se generó la vida, éste fenómeno no se ha detenido, y aunque hayan muerto millones de millones de millones de criaturas, la vida como proceso no se suspende, no cesa, se abre camino.
Aún así, no podemos afirmar sin dudar, que esas formas procariotas fueron las primeras formas vivas. De aquellas realmente iniciales, tipo coacervados, no tenemos ejemplares de referencia; pues su contenido orgánico sirvió de alimento para otras.
Ya transcurrió todo el tiempo necesario para obtener la complejidad de la materia como la observamos. Ya eso es historia, no es objeto de estadística.
Considero prudente, entonces; re-evaluar las expresiones <más equivocadas que pesimistas>, sobre la probabilidad de que el azar impida la evolución; pues como hemos visto, lo espontáneo no requiere del azar; y lo no espontáneo, en lugar de imposible, es favorecido con el azar; pues como es frecuente, las circunstancias hacen que lo extraño, suceda. De manera que los sesgos por sustracción de factores evidentemente presentes en la Tierra, convierten aquellas expresiones equivocadas sobre el azar, en estadística vacía.
En efecto; si en Colombia disfrutamos de un 95% de creyentes, hoy mayoritariamente evangélicos, es normal que los “pastores” sean los que en general, expliquen “detalles de los fallos” de la Evolución. Eso hace que 40 millones de colombianos “conozcan” la evolución, como una teoría; y ni siquiera como una buena teoría, si no una mala; una teoría traída de los cabellos.
Para colmo, los tres millones restantes, asumimos la evolución y sus fundamentos, por inercia, en muchos casos, sin tener los soportes adecuados.
Pues bien, con mucha frecuencia, los evolucionistas nos callamos cuando los culebreros de la fe exponen argumentos “basados” en las matemáticas o en otras ciencias, con tanta “labia” que pareciera tener razón. Uno de esos argumentos, el más empleado, es el azar como resultado improbable. Otros dan al azar, el sinónimo de imposible.
El astrofísico británico Fred Hoyle (1915-2001), conocido principalmente por su contribución a la ciencia con su descubrimiento de la NUCLEOSÍNTESIS ESTELAR y por haber acuñado jocosamente el término “BIG-BANG”, comparó la posibilidad de que la vida haya aparecido en la Tierra como resultado de reacciones químicas, con el equivalente de que un tornado que pase sobre un cementerio de autos, logre construir un Boeing 747 nuevo, a partir de los materiales recopilados allí. De ese tamaño es la crítica de un científico -uno que cada día come hostias- al azar en la evolución.
Esta sentencia estremece, cuando sabemos que el 80% de los científicos actuales, come hostias, o guarda el sábado, o diezma. La proporción de científicos independientes tiende a decrecer, porque cada día, más creyentes se atreven a formarse en ciencias exactas; y por otro lado aumenta la penosa compra de opiniones.
Algunos significados de «Azar» son los siguientes:
. m. Casualidad, caso fortuito. Desgracia imprevista. (RAE)
Otros diccionarios proponen que el azar es:
1. Todo aquello que no sigue patrones que podamos reconocer.
2. Causa o fuerza que determina que los hechos y circunstancias imprevisibles o no intencionados, se desarrollen de una manera o de otra.
3. Gama amplia de posibilidades u opciones.
El lector puede buscar otras definiciones; pero cualquiera que encuentre, y que sea aplicable a un evento; no intuye que dicho evento es imposible. A lo sumo, indicará que el evento no sigue un patrón, o algo similar. Por ello, no debemos confundir el azar, con la estadística del azar. Esta última, estudia la parte vacía del vaso medio lleno; trata sobre las condiciones que convierten lo difícil, en imposible. Veamos ejemplos concretos de “azar”:
Estamos frente a un árbol, de cuyas ramas penden débilmente casi todas sus hojas, secas. Aunque se haya visto de forma recurrente que al menos dos hojas caen cada cinco minutos, y aunque conozcamos que ese tipo de árboles queda sin hojas según la temporada, conjeturar cual hoja caerá primero que las demás, es azar; pues es casi infinitesimal la probabilidad para una hoja elegida. Predecir que alguna hoja caerá dentro de los siguientes tres minutos, empieza con una probabilidad del 50%; y cuando pasen los tres minutos, la probabilidad habrá cambiado a 0%, o 100% (en ese momento es historia; falsa, o verdadera).
Podemos conjeturar cuantas hojas caerán en los próximos tres minutos, y el resultado puede ser exactamente 0, o 21, u otro. (El resultado solo se conocerá, cuando pasen los tres minutos). La conjetura estadística se convierte en historia, cuando transcurre el tiempo esperado. O sea, es muy importante establecer las condiciones para medir la probabilidad de un resultado. De manera que argumentar que es 0% probable que de átomos individuales se genere una célula sin intervención externa (inteligente o no); puede ser, en estadística pura, o en estadística del azar, 100% cierto; pero en el específico caso de la Tierra; no es cierto.
Por lo general, cuando queremos agregar improbabilidad a la complejización de la sustancia en la Tierra, mentalmente imaginamos unas condiciones imposibles y permanentes. En el más realista de nuestros escenarios mentales, para imaginarnos la Tierra primitiva, (si el temor a pecar lo permite) suprimimos todas las aguas, los seres vivos, la atmósfera y lógicamente la sustancia orgánica; inclusive suprimimos el tiempo y el azar. Si nos percatamos que el tiempo y el azar favorecen cambios en el aspecto de la Tierra primitiva, los eliminamos. Lo imposible en un minuto, debe ser permanentemente imposible.
Por eso, con más razón suprimimos mentalmente aquel calor sofocante que producían los volcanes, la radiación solar plena, la radiactividad, y por ser más sutiles; nos olvidamos del cambio periódico día-noche; nos olvidamos de la gravedad, nos olvidamos de la termodinámica, de la densidad y otras propiedades de la sustancia, nos olvidamos de la química, de la física. Nos olvidamos de la naturaleza. No aceptamos que es la naturaleza la que evoluciona; no solo los animales.
Siempre he envidiado (en el buen sentido) a los pastores o predicadores y otros culebreros, los artistas de la palabra que venden “lo que sea”, aún a sabiendas que su producto es un fraude. Envidio su florida locuacidad. Por ello, me fascina escuchar al pastor Armando Alducín. Me abruma su inteligencia; pero me duele que una mente tan brillante, capaz de memorizar tantas frases difíciles de comprender por su complicada trama; no sea dedicada a la ciencia, quizás porque ésta trata de cosas muy sencillas. He escuchado y leído expresiones de Alducín, que mi sencilla mente no es capaz de asimilar, como: Dios creó la física cuántica cuando dijo: “Hágase la Luz”. Otra más profunda y complicada: “Si cada reloj que existe tiene su diseñador, y el universo existe; luego debe tener su diseñador personal, omnipotente y omnisapiente. Le llamamos Dios”.
Cuando habla de su “evolución”, las expresiones no son menos contundentes. Dice, por ejemplo: “la evolución que defienden los científicos es falsa e imposible, porque el ADN requiere de las proteínas que lo construyen, y esas proteínas requieren del ADN que las construye a ellas. Sólo dios pudo hacer simultáneamente el ADN y las proteínas, nunca el azar hubiera hecho tal cosa”. Otra famosa frase: “La evolución no se necesita, porque dios creó al hombre del polvo de la tierra, y a la mujer, del costado del hombre”. Dice también, con total seguridad: “Para mayor precisión, la biblia dice que el hombre fue creado primero, y hoy la propia ciencia ha descubierto que debía ser así; porque sus cromosomas son XY, de manera que en esos cromosomas está contenido el de la mujer, el X; el cual simplemente se repite para dar XX. Si dios hubiese creado primero a la mujer, con cromosomas XX; de ella no hubiera podido sacar el cromosoma Y del hombre”. Sin demeritar del todo a los biólogos y genetistas, este raciocinio es demasiado difícil para ellos. Nada que hacer. Definitivamente nos quedamos con razonamientos más sencillos; esos que pueden ser refutados con otros, basados en la evidencia razonada.
Y mi razonamiento, que quiero hacerlo lo más sencillo posible, parte recordando:
1. que la química es universal. Es decir, los resultados como el de Stanley Miller ocurren de manera natural, fuera del laboratorio, dadas las condiciones remplazadas en el experimento citado. (Para quien no lo recuerde, el experimento de Stanley Miller y Harold C. Urey consistió en asimilar las condiciones primitivas de la atmósfera terrestre, en un equipo hermético de laboratorio –Con calor y Chispas eléctricas que simulan rayos- sobre una mezcla de sustancias básicas como agua y amoniaco líquidos, rodeados de hidrógeno, monóxido y dióxido de carbono y metano gaseosos hasta obtener, en pocos días, sustancias orgánicas tipo aminoácidos.)
Y 2. Que los factores que llamo “sutiles”, como el cambio día-noche, la gravedad, los cambios de temperatura, los cambios de estado y de concentración por evaporación, las propiedades absorbentes, adsorbentes, adherentes y magnéticas de los sólidos, entre otros, deben ser tenidos en cuenta al modelar la formación de una sustancia.
En esos términos, podemos afirmar que los procesos mostrados en las tablas halladas en textos de físico-química que plasman resultados experimentales para las energías libres de formación de los compuestos, tales como los siguientes:
No requieren de un laboratorio para que se formen. Solo requieren de cierta energía, por lo general en forma de calor (T); y de las condiciones, en especial los cambios en la entalpía (H) y en la entropía (S) del sistema en el cual ocurre el proceso. De hecho, los valores de que aparecen negativos, señalan que simplemente “el proceso ocurrirá”. A estos procesos se les llama ESPONTÁNEOS desde la Termodinámica.
El hecho es que la relación
no indica en qué momento acontecerá lo espontáneo, y mucho menos lo que no lo es.
Hay muchas maneras de agilizar los procesos espontáneos lentos. Por ejemplo; la formación de agua a partir de moléculas de Oxígeno y moléculas de Hidrógeno, es espontáneo, <ocurre sola>; pero si queremos observar la formación en mayor escala, debemos ayudar, exponiendo las moléculas a una chispa o pequeña llama, calor, o presión; con lo cual el resultado será instantáneo y abundante, con una probabilidad de 100%. La cantidad de agua producida, dependerá de otras condiciones lógicas, como la cantidad y concentración de las moléculas de H2 y O2. Lo que acabo de afirmar sobre la formación de agua, es veraz. Cualquier persona puede probarlo. En la conversión del H2 y O2 en agua mediante una llama, la probabilidad de 100% no es cero azar. En este caso, el azar no aplica. Sin embargo, al aplicar la estadística del azar sin incorporar los factores catalizadores, llegamos al “imposible”.
En efecto. Si imaginamos un mundo sin agua, y calculamos la probabilidad de producir 17 toneladas de agua líquida, sin establecer condiciones, sin analizar el proceso desde la físico-química, encontramos que el tiempo de existencia del universo es insuficiente. Será que en el mundo primitivo no había las condiciones para agilizar la obtención de agua?,… será que no había calor suficiente?, no había interacción molecular? Será que en ese tiempo no se cumplía
El experimento de Stanley Miller muestra que el proceso para producir glicina, (por ejemplo) que es espontáneo en todas sus fases, requiere de importantes cantidades de energía libre para agilizar esas fases espontáneas. En comparación con la Tierra primitiva, las pocas semanas que invirtieron Stanley y Urey; es muy poco tiempo, y las condiciones climáticas modeladas para la Tierra primitiva, superaban los requerimientos de energía libre. Repasemos las reacciones y sus características:
Con las energías actuantes en la Tierra primitiva, todas esas reacciones eran casi inmediatas y abundantes. Por ello, me atrevo a sentenciar que si en lugar de haber experimentado con NH3, H2O, CH4, CO e H2; Miller y Urey hubiesen partido de H2, N2, óxidos (metálicos y no metálicos) y C, hubieran obtenido similares productos al final de pocas semanas. Solo se requiere que los procesos químicos previos a la obtención de glicina (formación de amoniaco, de agua, de CO2 y de metano <todos espontáneos>, pues hidrógeno había de sobra; y luego, la formación de ácido acético <CH3COOH>, que también es espontáneo) sean concatenados como de hecho lo son, de la mano con los factores sutiles, como la gravedad, los cambios de temperatura (incluido el cambio día-noche), los cambios de estado y de concentración por evaporación o densidad, las propiedades absorbentes, adsorbentes, adherentes y magnéticas de los sólidos, entre otros. Precisamente; es más “natural” obtener CH3COONH4 (Acetato de amonio), que NH2CH2COOH (Glicina) a partir de CH3COOH + NH3. O sea, entre las sustancias obtenidas por Miller y Urey, había más Acetato de amonio, que glicina; lo cual precisamente confirma la dinámica química.
Curiosamente, si aplicamos la estadística también al experimento de Miller-Urey sin tener en cuenta la termodinámica y los factores sutiles, la probabilidad de obtener en un año, glicina a partir de NH3, H2O, CH4 e H2; sería absolutamente cero. Según la estadística del azar, tendría la misma probabilidad de que un camello entre por el ojo de una aguja.
Serán confiables las estadísticas del azar usadas para contradecir la evolución? Lo evidenciable, es que la probabilidad de que una persona pueda ser testigo de los cambios desde la materia inanimada hasta la vida, como lo insinúa Hoyle, es 0,00000000000…; pero cuando intervienen los factores sutiles, la disponibilidad de la sustancia, y la energía aprovechable; el tiempo puede hacer vida. Recordemos que la ley
establece que aún cuando el proceso reduzca localmente la entropía, puede suceder. Así mismo, debemos recordar que el azar precisamente actúa a favor de que las reacciones espontáneas se mantengan en equilibrio químico, y que las no espontáneas o no esperadas, sucedan.
Partiendo del hecho que aún los contradictores de la evolución aceptan (porque es verificable en cualquier momento) que es cierta la nucleosíntesis (producción de elementos químicos masivos en las estrellas), evaluemos las siguientes proposiciones:
Probabilidad de que al menos un planeta recién formado reciba de su estrella, de masa igual o mayor que la del sol, energía mínima de 2 calorías/-min-cm2? 100%
Probabilidad de que independientemente de otros elementos químicos, el Oxígeno, Hidrógeno, Nitrógeno, Azufre y Carbono se encuentren presentes en un planeta recién formado con residuos de la nube de gases de la que se formó su estrella? 100%
Probabilidad de que en un planeta joven ubicado en la zona media de su sistema estelar, el agua (H2O), el metano (CH4), el amoniaco (NH3), el ácido sulfhídrico (H2S) y el gas carbónico (CO2), entre otros, se formen en un año en presencia de descargas eléctricas y energía (radiactiva, calórica, vulcanológica) en el medio, ante factores adicionales como la gravedad, los cambios de temperatura (incluido el cambio día-noche), los cambios de estado y de concentración por evaporación o densidad, las propiedades absorbentes, adsorbentes, adherentes y magnéticas de los sólidos, entre otros? 100%
Probabilidad de que hidrocarburos alifáticos (R-R) se formen en un planeta joven, del CH4 presente en el aire en un año en presencia de descargas eléctricas y energía en el medio, de unas 2 cal-cm2-min y ante los factores adicionales mencionados? 100%
Probabilidad de que un ácido orgánico (R-COOH); o un alcohol (R-OH), una amina (R-NH2) y otros compuestos orgánicos sencillos, se formen de un hidrocarburo existente, NH3, H2O y CO2 en un año en presencia de descargas eléctricas y energía en el medio, de unas 2 cal-cm2-min y ante los factores adicionales mencionados? 100%
Probabilidad de que un amino-ácido (NH2-R-COOH) se forme de un hidrocarburo existente, NH3, H2O y CO2 o de un aminoácido existente, en un año, en presencia de descargas eléctricas y energía en el medio, de unas 2 cal-cm2-min y ante los factores adicionales mencionados? 100%
Probabilidad de que un glúcido (CnH2nOn), se forme de H2O y CO2 en un siglo en presencia de descargas eléctricas y energía en el medio, de unas 2 cal-cm2-min y ante los factores adicionales mencionados? 100%
Probabilidad de que un anillo mixto C-N o un doble anillo mixto C-N se formen de una cadena mixta C-N existente, mas NH3, H2O y CO2 en un siglo en presencia de descargas eléctricas y energía en el medio, de unas 2 cal-cm2-min y ante los factores adicionales mencionados? 100%
Probabilidad de que un anillo mixto C-O o un doble anillo mixto C-O se formen de una cadena mixta C-O existente, mas NH3, H2O y CO2 en un siglo en presencia de descargas eléctricas y energía en el medio, de unas 2 cal-cm2-min y ante los factores adicionales mencionados? 100%
Probabilidad de que una base nitrogenada (P-X <donde P es un anillo mixto pirimidínico o purínico y X es NH2-1 u O-2 >) se forme de una cadena o anillo mixto C-N existente, mas NH3, H2O y CO2 en un siglo en presencia de descargas eléctricas y energía en el medio, de unas 2 cal-cm2-min y ante los factores adicionales mencionados? 100%
En fin. Podemos continuar con muchas otras sustancias cuya obtención en las condiciones ambientales de la formación-estabilización de la tierra; son inobjetables por la probabilidad absoluta de su formación en esas condiciones. Es más, en la medida que las condiciones de termodinámica en la superficie terrestre bajaban (Temperatura, presión, radiación, etc.); las sustancias orgánicas más complejas tenían mayores probabilidades de mantenerse estables, y encontrarse con otras en las zonas bajas de la topografía. De hecho, la formación de compuestos orgánicos tipo polipéptidos, nucleótidos, fosfolípidos, y otros, requieren cierta estabilidad del medio, para establecer cadenas o redes significativamente largas, como las películas de grasa al caer sobre agua.
Cuando se llega a estos niveles de organización de la sustancia, es ciertamente poca la influencia del azar en la subsiguiente complejización. Solo se requiere de tiempo, de energía y de los factores sutiles adicionales, para que la química orgánica haga lo suyo, coadyuvada por la geoquímica, la fisicoquímica, la electroquímica y otras “químicas” en su camino hacia la biología. En este punto debo recordar que la estructura química constituye un tipo de energía, pues a pesar de ser una isla de entropía negativa, se requiere gastar energía, para deshacer la estructura. Un cocotero produce el ácido graso llamado ácido palmítico empleando H2O, CO2 y energía solar; pero la energía solar no es suficiente, en las condiciones que llega a la superficie de la Tierra, para descomponer el ácido palmítico.
Por otra parte, es imposible que la vida haya aparecido en la Tierra, con la complejidad que hoy tiene. Los seres vivos más primitivos que se conocen, no tienen un ARN que pueda compararse con el actual ADN de las formas más simples.
Si nos detenemos a analizar qué es la vida, concluimos que es la interconexión dinámica que permite mantener en funcionamiento armónico, mediante energía eléctrica, un grupo discreto de elementos (organelos) formados por macro-moléculas, en un medio acuoso confinado, pero semipermeable al medio externo. Por eso, aún hoy existe la discrepancia respecto de qué ser podría empezar a llamarse vivo, entre los Virus, las rickettsias, o las células procariotas.
Una vez se generó la vida, éste fenómeno no se ha detenido, y aunque hayan muerto millones de millones de millones de criaturas, la vida como proceso no se suspende, no cesa, se abre camino.
Aún así, no podemos afirmar sin dudar, que esas formas procariotas fueron las primeras formas vivas. De aquellas realmente iniciales, tipo coacervados, no tenemos ejemplares de referencia; pues su contenido orgánico sirvió de alimento para otras.
Ya transcurrió todo el tiempo necesario para obtener la complejidad de la materia como la observamos. Ya eso es historia, no es objeto de estadística.
Considero prudente, entonces; re-evaluar las expresiones <más equivocadas que pesimistas>, sobre la probabilidad de que el azar impida la evolución; pues como hemos visto, lo espontáneo no requiere del azar; y lo no espontáneo, en lugar de imposible, es favorecido con el azar; pues como es frecuente, las circunstancias hacen que lo extraño, suceda. De manera que los sesgos por sustracción de factores evidentemente presentes en la Tierra, convierten aquellas expresiones equivocadas sobre el azar, en estadística vacía.
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