DETECCIÓN PRECOZ DE CÁNCER, EN MUESTRA DE SANGRE
Científicos del centro Kimmel para el Cáncer, de la Universidad John Hopkins, desarrollaron un análisis del que afirman, es capaz de detectar muy pequeñas cantidades de ADN específico derivado de ciertos tipos de cáncer; como el Colorectal, de mama, de pulmón, o de ovario en estados iniciales de desarrollo.
El análisis, según esos investigadores, tiene la extraordinaria capacidad para diferenciar el ADN liberado por los diferentes tipos de tumores, de los segmentos de ADN que transitan por sangre, y que podrían erróneamente ser considerados como biomarcadores de la enfermedad. Los resultados de las primeras pruebas, aplicadas a más de 200 pacientes de Dinamarca, Holanda y EUA; fueron publicados hace un mes en el noticiero científico “Science Translational Medicine”.
El estudio que condujo a la obtención de la técnica de Análisis demuestra que es factible identificar precozmente diferentes tipos de cáncer, empleando dichos trozos de ADN y que los métodos de secuenciamiento de alta precisión, como el empleado por el grupo, son esenciales para abordar de manera promisoria este objetivo.
A pesar de estar en las primeras fases de su desarrollo, las técnicas para detección de cáncer mediante la evaluación de muestras de sangre, tienen una perspectiva creciente en Oncología clínica. Para llegar al logro mediante el estudio, fue preciso estudiar a profundidad las leves alteraciones en el ADN en muestras (biopsias) de tumores previamente identificados en los mismos pacientes tratados posteriormente. La afinación de la precisión en el método de detección, es lo que ahora brinda la garantía en la técnica de identificación y diferenciación de errores del ADN patológico, frente a las enormes cantidades relativas de ADN que circula en la sangre. En fin; la alegría mayor que produce el estudio, es que por encima de haber encontrado un método para la detección temprana del cáncer existente, la técnica permite detectar alteraciones del ADN que podrían estar escondidas en la sangre, sin haber sido siquiera imaginadas; es decir, cuando apenas se están generando las reacciones químicas que inducen a la alteración reproductiva de las células cancerosas.
Así; se pasó de haber encontrado un método de detección temprana de cáncer, a un método con el cual se suprime en un elevado porcentaje, la probabilidad de un falso positivo; sobre todo de este tipo de exámenes costosos y específicos.
Precisamente, se conoce que en cuanto las células sanguíneas se dividen, existe mucha posibilidad de que en estas divisiones se presenten errores que son interpretadas por el organismo como amenazas, por lo que se incrementa la tasa de producción de la célula y concomitantemente de leucocitos. Pero en la mayoría de ocasiones, estos errores son falsos positivos y no llevan a la aparición de ningún cáncer. Sin embargo, generan reacciones orgánicas que inducen a nuevas pruebas y confusiones.
De esta forma, se separa las mutaciones de “línea germinativa”, benignas, naturales y frecuentes, de las mutaciones que sí pueden en un futuro, relacionarse con un tipo de cáncer.
El análisis desarrollado utiliza un tipo de secuenciamiento genético llamado “Secuenciamiento con corrección de error de blanco”, el cual a su vez se basa en el “secuenciamiento profundo”, en el que cada código del segmento de ADN detectado, es revisado 30000 veces. No se busca una aguja en un pajar, se busca que lo que parece una aguja, sea identificada con precisión.
Por el momento, la técnica del secuenciamiento del ADN, es de por sí; costosa; más, si se conoce que se aplica a la cobertura de 80000 pares de bases de ADN; se busca ahora reducir este costo, reduciendo al máximo el número de locus en el ADN, sin perjudicar la precisión del análisis.
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